viernes, 27 de octubre de 2017

La Policía permite que seguridad privada y Desokupa custodien La Yaya


Tras tres horas de retención, la Policía Nacional permite que los vigilantes privados contratados por Desokupa y el sobrino de Julio Iglesias bloqueen la entrada del centro social La Yaya. 2017-10-17  Ter García

Yaya_okupa

 La empresa Desokupa acude a impedir el acceso al Centro Sociocultural "LaYaya" Álvaro Minguito


“Nos quedamos y aquí no entra nadie, escríbelo ahora”, ha gritado a este periódico Dani Estevez, director de Desokupa sobre el centro social La Yaya. Desokupa es una empresa al margen de la legalidad e investigada por un juzgado de Barcelona, dedicada al desalojo de inmuebles, y esta mañana ha puesto dos agentes de seguridad privada en la puerta de ese centro social ocupado en el distrito de Argüelles.
El espacio, sin uso desde hace veinte años, según explican desde el centro social, fue ocupado hace dos semanas por un jóvenes de Argüelles, apoyados por varias organizaciones del barrio, para hacer actividades culturales. El jueves pasado ya recibieron la visita de Desokupa, empresa contratada por la propiedad del inmueble –la sociedad IglesiasAssembly. S.L., administrada por Jorge Iglesias Domínguez-Macaya, sobrino del cantante Julio Iglesias–.
Según explican a El Salto desde la asamblea del centro social, la empresa de desalojos primero les ofreció dinero y después les presionó para que abandonaran el inmueble, amenazándoles con que el día siguiente, 12 de octubre, si no se habían marchado, “lo desalojarían a su manera”.
Desokupa ha vuelto al centro social hasta esta mañana, junto a dos empleados de la empresa de seguridad privada Team Security Europe SL –relacionada con el Grupo Alfa de Seguridad– que se han situado en la entrada del centro social impidiendo la entrada o salida del mismo. Al lugar han acudido también la representante del propietario del espacio, varios vecinos del barrio, que han mostrado su apoyo al centro social y seis agentes de la Policía Nacional, que han identificado a todas las personas concentradas en la puerta del espacio, reteniéndolas durante varias horas. A las 13h, la Policía se ha marchado, dejando tras de sí a los vigilantes privados en la puerta del centro social y llevándose a comisaría a uno de los jóvenes para identificarle como residente en el inmueble.
"Este es un espacio necesario. En todos los barrios tendría que haber un espacio para que los vecinos se puedan reunir, pero aquí sólo hay para los que tienen dinero", dice una de las vecinas sobre La Yaya
“[La policía] no va a desalojar el inmueble porque no pueden, pero no van a decir a estos señores [en referencia a la seguridad privada] que se retiren porque dicen que entienden que están en su derecho de estar aquí”, explica a El Salto Diego Redondo, abogado del espacio social. “Lo que están haciendo es un delito de coacciones, sin ningún género de dudas, porque están impidiendo a una persona entrar en su domicilio. Lo que argumenta la policía es que no tiene la constancia de que esta persona viva aquí y por tanto no pueden evitarlo. Eso no tiene ningún tipo de encaje legal, hay gente dentro del espacio, testigos…”, continúa Redondo, quien anuncia que se están planteando presentar una denuncia por coacciones.

 

Un negocio investigado

Desokupa está investigada desde marzo por un juzgado de Barcelona, a raíz de sus estrategias para desalojar inmuebles, a raíz de una querella presentada por el Observatori Desc. Según publica La Directa, la Federació d’associaciones de vëins i veïnes de Barcelona (Barcelona) también comenzó una campaña contra las acciones de Desokupa, a la que acusa de delitos de intimidación, amenazas, violación de domicilio y organización criminal.
Desokupa, vinculado a grupos de extrema derecha, según publica otra información publicada por La Directa, ha participado ya en 800 desalojos, 300 de ellos en Madrid, según dijo el propio Daniel Esteve a los jóvenes de La Yaya en un vídeo publicado en el perfil de esta empresa redes sociales en el que también afirmó tener autorizado por la Policía Nacional un control de accesos del espacio. “En el momento que yo diga habrá aquí cuatro vigilantes de porra titulados que pueden controlar el acceso a la propiedad. Quédate el tiempo que tu quieras, en el momento en el que tú pises la calle no volverás a entrar”, afirmaba en el vídeo.

 

Un centro social en un barrio sin espacios


María Ángeles, una de las vecinas que se han acercado al centro social, participante de la asamblea del 15M de Moncloa, señala que en el barrio no existen espacios de encuentro. “No hay nada. Este es un espacio necesario. En todos los barrios tendría que haber un espacio para que los vecinos se puedan reunir, pero aquí sólo hay para los que tienen dinero, el resto estamos a lo que caiga”. Según explica, hace años que veían este local. “Pensábamos que era una pena que estuviera sin uso, pensamos en entrar, pero somos muy mayores para eso”.
“En el barrio hemos pedido varias veces un espacio a la Junta de Distrito, pero supuestamente no hay espacio”, explica otra vecina, participante de la plataforma Somos Barrio. Los pocos espacios que hay –el centro de mayores y un centro cultural– “hay que pedirlos con mucha antelación para poder reunirte. No es que se niegen a ceder espacios, pero no lo hacen de una manera sostenida”, añade. “Vemos que ahora que alguien ha tomado la decisión es una llamada de atención porque en este barrio no hay espacios suficientes”, concluye.
En el centro social La Yaya ya tenían programados esta semana un taller de meditación y yoga y otro de malabares, además de una obra de teatro el próximo domingo y una merienda con las personas mayores del barrio el domingo, a la que estaban invitados estudiantes del conservatorio.
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OTRA COSA. Maldito país convertido desde hace siglos en una infinita subcontrata...



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