lunes, 18 de septiembre de 2017

El testimonio de horror de alguien que entró a “la fábrica de los suicidios” de Apple


Decir a estas alturas que cuando compras un iPhone estás favoreciendo la explotación laboral, se antoja ya una obviedad.
Foxconn, la empresa china encargada de montar cada dispositivo de Apple, se hizo famosa hace unos años por las condiciones en las que se encuentran sus empleados. Jornadas de doce horas, broncas públicas, una gran obsesión por el control y una tasa enorme de suicidios describen la situación de la compañía. ¿Pero cuánto de real y de mito hay en esta descripción? Para descubrirlo, el reportero de The Guardian Brian Merchant ha viajado hasta su sede principal en Shenzhen.
“No es un buen lugar para los seres humanos”. Con estas palabras del extrabajador Xu, Merchant define el lugar que ha visitado de manera encubierta. Tal y como aclara, allí no hay niños explotados con las manos ensangrentadas; tampoco fallas de seguridad peores de las que se pueden encontrar en algunas pymes. Sin embargo, sí existe un ambiente malrrollero que lo acapara todo. Nadie sonríe, nadie bromea y todos los pasos parecen estar estructurados milimétricamente. Es como si los trabajadores no tuvieran alma.

Applesfera
Foxconn llegó a los medios en 2010, cuando muchos de los trabajadores comenzaron a suicidarse. Según los datos oficiales, ese año hubo 18 intentos de suicidio y 14 muertes confirmadas. Pero Xu confirma que hasta dos decenas de personas más intentaron quitarse la vida.
Pese a que la problemática llegó a todo el mundo, nada parece haber cambiado desde entonces. “No ha habido ninguna mejora desde que los medios se hicieron eco del problema. Foxconn no sería la misma sin gente suicidándose. Cada año hay más casos, pero se toma como algo normal”, asegura Xu.
En 2012, 150 trabajadores se reunieron en el tejado más alto del recinto y amenazaron con saltar conjuntamente en un suicidio masivo sin precedentes. Para que esto no ocurriera, la dirección prometió mejorar sus condiciones laborales. Pero el pasado año, un grupo más reducido volvió a llevar a cabo esta amenaza, demostrando que la situación continúa igual de tensa que entonces.


Teniendo en cuenta su fama, no es de extrañar que “la mayoría de trabajadores solo dure un año”. De media, un trabajador estándar (por ejemplo, el operario que limpia las pantallas) tiene entre sus manos 1.700 iPhones al día. Es decir, tres iPhones por minuto durante más de 12 horas diarias.
Las depresiones generalizadas que sufren los más de 400.000 empleados acaban derivando en situaciones muy dramáticas. El último suicidio del que tiene constancia Xu ocurrió hace apenas un par de meses. Un trabajador de la cadena de montaje entró en una discusión. No estaba siendo violento, solo se mostraba enfadado. Pero llamaron a la policía y lo detuvieron.
Tres días más tarde, ante la humillación sufrida, se lanzó por la ventana de un noveno piso.
Cuando es preguntado sobre Apple, Xu lo tiene claro: “No culpamos a Apple. Culpamos a Foxconn. Pero no se puede cambiar nada. Nunca va a cambiar”.
No obstante, la empresa liderada por Tim Cook se muestra como una aliada potencial de Foxconn. En 2010, después de los reportes de los primeros suicidios, Steve Jobs salió del paso diciendo que “no es una fábrica es explotadora. Es una fábrica que tiene restaurantes y salas de cine. Tienen 400.000 empleados, la tasa de suicidios es menor que en EEUU, aunque sigue siendo algo preocupante”.
Desde entonces, la única ficha que han movido para paralizar esta plaga es una visita de Cook en 2011 para desarrollar un plan de prevención de suicidios. Pero ya han pasado siete años desde que comenzaran a noticiarse y la situación no ha mejorado en absoluto.
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OTRA COSA:  Aragón. II Congreso Reservas Biosfera toda España, 18 a 22Sept. 

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