miércoles, 28 de octubre de 2015

Si tiene cojones, Respuesta de Juan Carlos Aragón al Ministro de Hacienda


Así respondería Juan Carlos Aragón al Ministro de Hacienda 
Escrito por Juan Carlos Aragón- Domingo, 11 Octubre 2015
Me sobrepasa, primo. Nuestros gobernantes han confundido hacer política con hacer daño de tal manera que, viendo la mala leche que inunda la vida pública, a veces me entran ganas de coger a una de esas gaviotas asquerosas que buitrean por la playa, meterle en el pico el capullo de una rosa, arrancarle el pescuezo de cuajo y tirarlo al agua. La maldad política en este país tiene que tener un límite. Ya. Los gestores de la cosa pública deben ser —por definición— modelos a imitar. Pero en la paupérrima Spanien se han convertido por derecho propio en modelos a escupir, a despreciar, a encarcelar, a desterrar y a mejor que me calle. Resulta que me gasto el dinero público de los gaditanos en obras faraónicas y en autopublicitarme, sabedora de que —aún así— voy a perder las elecciones. Pero me lo gasto con toda la intención. Voy a dejar una deuda que la va a pagar con sus huevos el próximo que venga. Y cuando viene el próximo, que además resulta ser el demonio, como no puede pagarla, le digo a mi amigo el ministro que le mande un aviso de embargo al nuevo consistorio que han elegido los gaditanos, que cuando me eligieron a mí era sagrado, pero ahora, que han decidido escoger al demonio, es el infierno. Matad a los herejes. Muerte al diablo. La madre que la parió. La madre que los parió. Aquí no se trata de Podemos, Pongamos o Quitemos. Esto ya no es una cuestión ideológica, sino ciudadana. A los votantes gaditanos del PP se les debería caer la cara de vergüenza de ver lo que la conexión Cádiz-Madrid pretende hacer con la ciudad: es de la única puta manera en que el AVE (la gaviota) llega de Madrid a Cádiz.
Yo sé que Kichi es la muerte de Salvochea. En eso también coincidimos. Entiendo que para ser alcalde de Cádiz, Salvochea es el referente. Pedirle a Kichi que reaccione a lo Salvochea quizá sea mucho pedirle. Para eso tiene que ir bastante más allá de la corrección política. Pero como la corrección política es inversamente proporcional a la autenticidad moral, si yo fuera Kichi, le haría un escrito de respuesta al señor ministro en unos términos tal que así: "Señor Ministro de Hacienda: Métase sus amenazas donde le quepan; y, si tiene cojones, ejecute el embargo, que armo a la población contra usted, ya que sabe perfectamente que, si nuestro ayuntamiento tiene una deuda enorme, es porque su amiga la dejó a propósito. En Cádiz a, fecha, firma y un escupitajo de los verdes por cada gaditano que le duela su tierra". Y los gaditanos a los que de verdad les duele su tierra no son, precisamente, esos que han sido detenidos —por pelearse con otros como ellos— por un partido de fútbol regional, que si no lo digo reviento.
Luego, dándole vueltas al asunto, concluyo en que ya no sé si esto es una cuestión de barbarismo político o de simple mala leche personal pues, en la actualidad, parece que ambas esferas se han fundido en una sola, de tal modo que, la conquista del poder se ha convertido en un oficio para hienas y buitres. En clase de filosofía política siempre recuerdo a mis alumnos que el poder es anterior y superior a quienes lo detentan, que cuando tú consigues el poder, no eres realmente tú quien tiene el poder sino al contrario: es el poder quien te tiene a ti; que las reglas del juego ya están predeterminadas por la propia maquinaria del poder, más allá de las nobles intenciones de quienes lo conquisten, y que, por tanto, si quieres jugar, has de jugar con sus reglas, pues si intentas jugar con las tuyas, inmediatamente serás eliminado. Si no que se lo pregunten a Kennedy. Y luego se lo ilustro con la JFK de Oliver Stone. Vamos a ver si en lo sucesivo no les tengo que poner a mis alumnos EL KICHI de Benito Zambrano.

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